El lugar hablaba por si solo: la suite (un espacio lleno de lujo para aquellos que desean desaparecer con su pareja). Él, quería sorprenderla, y ella, no se esperaba nada. La cena fue la protagonista del escape. La música, las miradas y los secretos, adornaron la velada. Fue un momento fantástico que termino con un asombroso espectáculo de pirotecnia.