Querían estar solos y una romántica cena en un lugar lejos de todo, parecía una buena idea. La música, le regalo a la velada los sentimientos que debían expresarse; un astrónomo le dió a ella un regalo inesperado, pero la noche no podría terminar ahí. Llegaron a una suite muy especial, un lugar en donde pudieron ser testigos de la noche y la noche de ellos. En donde las estrellas se dejaron ver.