El lugar perfecto: Acogedor, romántico, apartado de cualquier distracción. La cena fue estupenda y quedó marcada con el talento de nuestro amigo Carlos Cuevas, quien les cantó al oído, para hacer de esta noche bohemia, una idea romántica exclusiva y muy especial. Al final, la noche se iluminó con un espectáculo de pirotecnia.