Dicen que la sorpresa es la distancia entre lo que esperas y lo que vives, imagina una cita en Cancún donde el atardecer y el mar se vuelven uno solo, abordando un yate de lujo Donzi que los llevará a navegar mientras son consentidos por un mayordomo de guante blanco, solo tu pareja, tú y el sonido del sax mezclandose con las olas, un chef ejecutivo prepara su cena para finalizar con un ritual con acentos de pirotecnia, una experiencia inolvidable.